Los grandes errores de la gestión empresarial se dan siempre en épocas de bonanza. Ton Watson

Las empresas, como las personas, tienen un sesgo cognitivo que nos disuade de afrontar los riesgos hasta que son inevitables. Los hechos demuestran que las empresas son lentas en “captar” las señales de riesgo que vienen del entorno y, lo que es peor, frecuentemente incapaces de interpretar los signos de cambio.

El mundo que vivimos está en permanente transformación, en permanente incertidumbre consecuencia de los cambios políticos, de inestabilidad económica, globalización, tecnología e innovación disruptiva que generan nuevos modelos de negocio que alteran las reglas de juego.

Esta Esta forma de vida actual en permanente cambio implica nuevos modelos de gestión estratégica en la empresa. Pasamos de modelos de planificación estratégica a 5 años , en los que emprendíamos acciones en cascada de arriba a abajo, fundamentados en el análisis del entorno y tendencias a modelos de planificación estratégica de ciclos cortos, en procesos permanentes de  análisis de arriba  abajo y de abajo arriba (botón up y top down) y de rápidas decisiones, por la rapidez de los cambios que nos vienen de fuera.

Estas nuevas circunstancias exigen a las empresas rapidez y agilidad para reenfocarse y buscar nuevas oportunidades de negocio, pero también requiere que sean flexibles y adaptativas, aprovechando y desarrollando talento y, fundamental, sustentadas en una sólida posición financiera.

El 99% del tejido empresarial español son PYMES, y la mayoría son empresas familiares que mayormente no cuentan con modelos de organización válidos para competir en el mundo actual. En muchas empresas la capacidad del equipo directivo contrasta con la aversión de la propiedad al riesgo, limitando las iniciativas, la diversificación de clientes, productos y mercados. Este es uno de los grandes problemas de las pymes, en general.

Se habla con insistencia que en los próximos años se avecina una nueva recesión, JP Morgan la establece en 2020, el FMI coincide en el horizonte y habla de tormenta perfecta. 

Es por tanto imprescindible prepararnos/anticiparnos a las situaciones y comenzar a gestionar nuestra empresa como si ya estuviéramos en crisis